Las puertas automáticas son uno de los mecanismos de cierre más cómodos y seguros que existen actualmente, ya los instales en el garaje de tu casa, en el de la comunidad de vecinos o en el de tu empresa.

Pero ¿cómo funcionan estos portones automáticos?

Os lo explicamos en las siguientes líneas.

 

¿Cuál es el funcionamiento de una pueta de garaje automática?

 

Las puertas automáticas de garaje, como otros tipos de puertas automáticas, cuentan con una serie de mecanismos que permiten abrirlas y cerrarlas sin necesidad de manipularlas manualmente, siendo su elemento principal el motor encargado de moverlas. Esto quiere decir que funcionan mediante electricidad, pudiendo suministrarles corriente de dos formas distintas, como veremos más adelante.

Para abrirlas y cerrarlas, las puertas automáticas de garaje se controlan a través de una caja de mando, que suele instalarse en la pared, aunque hay puertas (especialmente cancelas) que montan este sistema en la misma puerta.

La caja de mando puede operarse tanto con interruptores de apertura y cierre como a través de mandos a distancia, que funcionan por radiofrecuencia, lo que permite abrirla y cerrarla sin necesidad de bajar del vehículo.

puertas de garaje automaticas funcionamiento mando

Es la caja de mando, también llamada cuadro de maniobras, la que además nos permite programar el motor de la puerta automática, recalibrar los mandos, cuando estos se desconectan (puede ocurrir si hay un inhibidor de frecuencias cerca) y donde encontraremos algunos de los elementos de seguridad del automatismo.

Respecto a los mandos, cada modelo funciona con su propio receptor, por lo que habitualmente los automatismos de puerta de garaje incluyen al menos un receptor, que puede ir integrado en la caja de mando, aunque también es posible instalarlo de forma independiente mediante cableado.

Hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de puertas automáticas para garaje y que en función de si estamos ante una puerta corredera, una puerta enrollable o una puerta seccional, su instalación y forma de moverse pueden variar, pero todas necesitan de un motor y de electricidad para moverse.

 

La importancia del motor

 

Como ya hemos señalado, el motor es la pieza principal de toda puerta automática de garaje, puesto que es lo que las hace funcionar. Pero a la hora de elegir un motor, especialmente si vamos a automatizar una puerta de garaje que no lo era, debemos tener en cuenta dos elementos clave: el ancho de la puerta y su peso.

automatismo nice roadkit400 para puertas de garaje

¿Por qué? Sencillamente porque tamaño y peso van a determinar la potencia de motor que va a necesitar nuestra puerta automática de garaje. Evidentemente, un motor con poca potencia, puede tener como consecuencia un mal funcionamiento de la puerta y provocar más de una avería. Pero tampoco interesa un motor con más potencia de la necesaria, porque consumirá más luz y por tanto nos saldrá todo más caro.

Y al igual que el tipo de puerta automática determina su instalación, también lo hace respecto al motor. Cada tipo de puerta necesita un motor específico. Además, si la puerta del garaje está colocada en un espacio exterior, el motor debe protegerse con una carcasa externa, para mantener el motor resguardado de los elementos.

Así que para asegurarte de instalar el motor adecuado para la puerta automática de tu garaje, lo mejor que puedes hacer es consultarnos para hacerte un presupuesto personalizado.

Para suministrar la electricidad al motor, hay dos formas de hacerlo, en función de dónde se encuentre la puerta instalada. Lo habitual es que el motor se conecte a la red eléctrica mediante un enchufe. Si el enchufe no está cerca, es necesario tirar cableado y llevarlo hasta la ubicación del enchufe. La otra forma, habitual en puertas exteriores, es colocar una placa fotovoltaica en la parte superior de la puerta, para que alimente al motor mediante energía solar.

 

Las puertas automáticas para garajes son seguras

 

La seguridad de las puertas automáticas para garajes ha ido mejorando con el paso de los años y actualmente, cuentan con sistemas de seguridad para evitar atrapamientos, aplastamientos o la imposibilidad de abrir la puerta si no hay corriente.

Por un lado, el motor se programa para que arrastre o levante un peso determinado, el de la propia puerta. En el caso de que detecte más peso del programado, es decir, que el motor empiece a ejercer más presión de la habitual, el mecanismo se parará y revertirá el movimiento.

Por otro lado, incorpora un mecanismo de liberación rápida para desconectar la puerta en caso de atrapamiento. Además, algunos modelos de puerta automática para garaje cuenta con sistemas autoblocantes, para evitar que caigan de golpe en caso de soltarse.

Otro de los sistemas de seguridad habitual es la instalación de fotocélulas cerca del suelo, a ambos lados de la puerta. Cuando el haz de luz que emiten estas fotocélulas se interrumpe por algún obstáculo, como una persona pasando entre ellas, la puerta deja de cerrarse.

A estos sistemas de seguridad, también se les puede añadir la colocación de intermitentes luminosos, que se encenderán mientras la puerta esté en movimiento, tanto al cerrarse como al abrirse.

Para evitar que la puerta se quede bloqueada cuando no haya suministro eléctrico, los motores actuales vienen equipados con un sistema de desbloqueo manual, que permite liberar el piñón de ataque del motor, de manera que se pueda abrir la puerta. Este sistema es habitual en puertas correderas.

Como hemos visto, el funcionamiento de las puertas automáticas de garaje es muy sencillo, solo se necesita instalar el rail de acuerdo al modelo de puerta escogido, el motor, conectarlo a la red eléctrica y colocar la caja de mando para olvidarnos de abrir la puerta de nuestro garaje de manera manual.

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