Cómo funcionan las persianas de seguridad
Las persianas de seguridad se han vuelto un elemento cada vez más común para proteger el acceso a viviendas y locales comerciales; gracias a sus características de seguridad, sus materiales y unos acabados más estéticos, pueden colocarse tanto en hogares como en comercios y oficinas para reforzar su seguridad, ya que impedirán la gran mayoría de intentos de accesos no autorizados.
En las próximas líneas explicaremos qué son las persianas de seguridad y cómo funcionan, para que puedas considerarlas como una de las mejores opciones a la hora de elegir los cerramientos de tu casa o negocio.
¿Qué son las persianas de seguridad?
Las persianas de seguridad son un tipo de persianas que refuerzan y mejoran la seguridad de viviendas y locales comerciales gracias al empleo de materiales más resistentes, como el aluminio de extrusión o el acero galvanizado, y un mecanismo que bloquea las lamas en alguno de estos tipos de persianas.
De esta manera, las persianas de seguridad son más resistentes a golpes e intentos de manipulación, convirtiéndose en un obstáculo prácticamente infranqueable, que protegerá puertas y ventanas de viviendas y negocios de forma muy efectiva, haciendo que dueños y propietarios se sientan más seguros tanto si están en el interior de su vivienda o negocio como si están fuera.
Tipos persianas de seguridad
En el mercado existen diferentes tipos de persianas de seguridad, que podemos clasificar según su forma de apertura y cierre o sus materiales, aunque la mayoría emplea lamas metálicas, que pueden estar hechas de aluminio, aluminio de extrusión (un tipo de aluminio mucho más denso y resistente) o acero galvanizado.
Además, en función del tipo de lama, las persianas de seguridad admiten también diferentes acabados, por lo que podemos encontrar persianas de seguridad autoblocantes microperforadas, persianas de seguridad de lama ciega o de pletina, por citar algunos ejemplos.
En cualquier caso, los tipos de persianas de seguridad que se instalan de forma más habitual, tanto en locales comerciales como en viviendas, o incluso en naves industriales, son los siguientes:
- Persianas de seguridad
- Persianas de seguridad autoblocantes
- Persianas de pletina plana
De estos tres tipos, los dos primeros, en función de si se opta por aluminio o acero galvanizado, las lamas pueden admitir, como decíamos, diferentes acabados, de manera que tenemos:
- Persianas de seguridad de lamas microperforadas: En esta persiana parte de las lamas están microperforadas, lo que permite la visibilidad hacia el interior o exterior de la estancia, por lo que suelen usarse sobre todo en cerramientos de comercios (puertas y/o escaparates) en los que se quiere seguir exponiendo los productos incluso cuando están cerrados. Pueden hacerse en aluminio perfilado, aluminio de extrusión o acero galvanizado.
- Persianas de seguridad de lamas troqueladas o ventana: En este tipo de persiana, las lamas están troqueladas, dejando un hueco más amplio dentro de ellas, lo que permite una visión completa del interior del local, por lo que su instalación es habitual en tiendas y comercios con escaparates grandes y que quieren seguir exponiendo sus productos, pero sin sacrificar la seguridad. Pueden hacerse en aluminio perfilado, aluminio de extrusión y acero galvanizado. Además, si se opta por hacerlas en aluminio, se puede incorporar metacrilato en los huecos de las lamas, con lo que se garantiza que ningún objeto pase al interior.
- Persianas de seguridad de lama ciega: Las lamas son totalmente opacas, por lo que no permiten ver lo que hay en el interior del local o estancia en la que se hayan colocado, por lo que su instalación se recomienda tanto para comercios como para viviendas, especialmente para garajes. Se pueden hacer en aluminio perfilado, aluminio de extrusión y acero galvanizado.
¿Cómo funcionan las persianas de seguridad?
Las persianas de seguridad para puertas o ventanas funcionan de una forma muy sencilla, aunque de manera algo diferente según el tipo de persiana de seguridad que se haya elegido instalar.
Así, lo que convierte a una persiana en una persiana de seguridad, cuando no estamos hablando de autoblocantes, es su material, en concreto el aluminio de extrusión o el acero galvanizado, que las hacen especialmente resistentes a golpes y otras manipulaciones de fuerza bruta. Una vez bajada, la persiana de seguridad, por su peso, es muy difícil de levantar, motivo por el cual, se suele instalar un motor para subirlas y bajarlas con mayor facilidad.
Ahora, si queremos una seguridad mayor, las persianas de seguridad autoblocantes es lo que vamos a querer instalar. Las lamas de este tipo de persiana montan un sistema de varillas intermedias en varios de sus puntos de su superficie y ejerciendo presión sobre las guías. Lo que consigue este sistema es que al intentar subir la persiana, las lamas se bloqueen, de manera que es imposible alzarlas, incluso usando una palanca. Requieren de una instalación un poco más compleja, ya que hay que anclar las guías a la pared, y es recomendable que estén motorizadas para subir y bajarlas con mayor comodidad.
Las persianas de pletina plana funcionan como una persiana de seguridad estándar, gracias a las piezas de aluminio de extrusión recubiertas por tubos de acero zincado que se ensamblan entre sí para dar forma a este tipo de cerramiento. Su peso y la resistencia de su material las convierten en una opción de seguridad a tener en cuenta para locales comerciales.
Ventajas de las persianas de seguridad
Entre las ventajas que tienen las persianas de seguridad, la principal es que aportan una mayor seguridad a cualquier vivienda o local comercial, especialmente cuando hablamos de persianas de seguridad autoblocantes, puesto que son prácticamente imposibles de levantar, protegiendo así el hueco, la puerta, ventana o ventanal sobre el que se hayan colocado.
Además, si queremos instalar persianas de seguridad para grandes ventanales, como los del salón de una vivienda, tienen un acabado estético y de diseño no muy diferente al de las persianas normales, con la posibilidad incluso de acabados lacados o anodizados.
Sus materiales son muy resistentes y duraderos y su mantenimiento sencillo, por lo que estamos ante un tipo de persiana con una larga vida útil. Y gracias a esos materiales, ofrecen también un aislamiento térmico y sonoro más eficaz que el de las persianas convencionales.