En los últimos años los robos en los establecimientos y centros comerciales se han multiplicado. De hecho, el año pasado se detectaron un total de 130.000 hurtos en tiendas, locales, supermercados o centros comerciales. Según datos facilitados por el sector comercial, estos robos podrían suponer una pérdida de 600 millones de euros. Los delincuentes cada vez encuentran formas más creativas de perpetrar los robos. Existe gran diversidad en cuanto a la tipología de robos. En lo que se refiere al comercio el modus operandi puede variar, pero el resultado es el mismo. Estos pequeños hurtos van desde arrancar los sistemas de alarma a los productos para evitar que los delaten, a robar objetos con etiqueta y todo.
Sin embargo, los pequeños hurtos son un mal menor, lo peor es cuando asaltan un establecimiento comercial cuando este está cerrado. Este tipo de robos ocasionarán mayores daños materiales, pero además la magnitud del robo suele ser superior. En Alullan te presentamos las modalidades más frecuentes para asaltar un establecimiento comercial.
- Topero: Se trata del delincuente que fuerza las puertas para acceder al interior del establecimiento. Como herramientas suelen emplear destornilladores o alguna herramienta que les sirva para hacer palanca.
- Escaparatista: Son los robos de la mercancía que se encuentra expuesta en el escaparate del establecimiento. Los delincuentes rompen el cristal y suelen ayudarse de una herramienta con una especie de gancho en su parte inferior para coger la mercancía.
- Butrón: Este tipo de robo se produce, generalmente, por la noche cuando tienen suficiente tiempo por delante. Se trata de realizar boquetes en las paredes o en las puertas que les permita acceder al interior del establecimiento. En ocasiones, el boquete de acceso puede realizarse también en el tejado del establecimiento.
- Alunizaje: Consiste en impactar con un vehículo contra el escaparate del establecimiento. Es un robo rápido que se realiza en cuestión de segundos. Cogen la mercancía de interés la suben al coche y se dan a la fuga.
En cualquier caso, hoy en día existen diversos sistemas de cerramientos que permiten aumentar, notablemente, el grado de seguridad en el establecimiento. Por ejemplo la instalación de persianas de seguridad, con una gran variedad de modelos que se adaptan a las necesidades específicas de cada establecimiento. Además, son fabricadas en metales de gran resistencia para evitar su rotura o apertura, minimizando al máximo los riesgos de sufrir un robo.