Los cerramientos del hogar nos permiten sentirnos más seguros, pues constituyen barreras que pueden persuadir o, al menos, dificultar las labores de intrusión por parte de personas no autorizadas a la vivienda o establecimiento. Las vallas y cercados suponen una alternativa de cerramiento que contribuyen a mejorar la seguridad de un inmueble. En Alullan te presentamos los diversos tipos que se pueden encontrar de estos sistemas de cerramiento metálico.
- Valla de seguridad tipo A: Es ideal para su instalación en lugares remotos o en situaciones extremas. Incorporan diferentes sensores que permiten detectar el corte y el contacto. Además, presentan una estructura armada, que genera una importante acción disuasoria.
- Valla de seguridad tipo B: Su objetivo fundamental es evitar que alguien pueda saltarla accediendo al interior. Proporciona cierta seguridad y protección en zonas habitadas y tranquilas.
- Valla de seguridad tipo C: Más que aumentar la sensación de seguridad, responde a tareas de contención, limitación y señalización.
- Valla de seguridad para eventos: Se trata de una estructura móvil y desmontable, debe presentar una serie de características anti-intrusión. En cualquier caso, su uso se complementa con la presencia de guardias de seguridad. En ocasiones, se emplean para prevenir en zonas de riesgo, por ejemplo, en caso de riesgo de avalanchas.
- Valla de seguridad en piscinas. Se utiliza, principalmente, para evitar intrusiones. Además, suele cumplir una función de incrementar la intimidad, suelen llevar elementos que eviten las miradas ajenas.
La elección de un sistema en detrimento de otro dependerá del uso que se vaya a realizar de estos cerramientos, así como la finalidad con la que se instalan. Evidentemente, el principal motivo para apostar por estos sistemas de cerramiento es aumentar la sensación de seguridad en viviendas o locales comerciales. Su uso es altamente recomendable en zonas alejadas, con bajo tránsito de personas, ya que suelen ser foco habitual de asaltos y robos.
Desde Alullan queremos hacer hincapié en la importancia de estos elementos, no sólo funcionan como barrera disuasoria, sino que también pueden llevar sensores que hagan saltar las alarmas en caso de ataque. Contribuyen a incrementar la sensación de privacidad e intimidad en las viviendas, al poder añadir elementos que dificulten la visión al interior.