La instalación de puerta corredera de garaje es una de las incógnitas más grandes que suelen tener los usuarios cuando se interesan en ellas.

Como cualquier otra puerta de garaje, la instalación conlleva ciertos pasos que deben ejecutarse a la perfección.

Pero antes de empezar, vamos a hacer una guía de puertas correderas de garaje para que descubras todo lo necesario.

 

¿Qué es una puerta corredera de garaje?

 

Las puertas correderas o corredizas son una de las muchas variantes que existen para las puertas o portones. Dirigidos normalmente a cubrir la entrada a un garaje, una finca y, en algunas ocasiones, funcionan como portones para fincas.

Para abrirse o cerrarse ha de deslizarse de forma horizontal en un espacio determinado concreto, y en paralelo.

Además, hay dos subcategorías más; las que necesitan de una persona para su apertura, o sea manuales. Y las que se activan de manera remota, las automatizadas.

 

Objetivo de las puertas correderas de garaje

 

El objetivo principal de elegir una puerta corredera para un garaje o una finca es optimizar el espacio del terreno o lugar en el que se hace su instalación.

Esto se debe a que al abrirse de forma horizontal se reduce considerablemente el área que ocupa.

Precisamente este equilibrio entre calidad y objetivo la convierte en la mejor opción para garajes muy pequeños.

 

Ventajas de las puertas correderas de garaje

 

En cuanto a las ventajas que supone adquirir una de estas puertas correderas, podemos exponer una lista de puntos positivos.

 

Flexibilidad de uso

 

Son puertas que encajan sin problemas en zonas residenciales y comerciales (incluyendo naves industriales).

De hecho, aparte de los garajes y las fincas, es habitual verlas en residencias o suburbios, adaptándose a cualquier espacio.

 

Combinación de estilo

 

Sin duda, una de las cosas a las que más importancia se le da en cuanto a la arquitectura (aparte de la efectividad) es el diseño.

La mayoría de estructuras, sean garajes o no, se plantean queriendo alcanzar una intención desde el principio.

Las puertas correderas son una fusión entre la elegancia y la practicidad de las edificaciones modernas.

 

Comodidad y seguridad

 

Cabe destacar lo sencillo de su empleo, pues tanto las puertas correderas automáticas como las manuales son intuitivas y fáciles de utilizar.

Pero no acaba ahí, ya que su tamaño es adaptable a las necesidades del usuario, lo que significa que puede ser un verdadero obstáculo para proteger la privacidad del propietario y evitar allanamientos.

Aconsejamos valorarla como vía de seguridad para tu garaje.

 

Guía de instalación de puerta corredera de garaje

 

  • El primer paso para proceder con la instalación es abrir una zanja en el suelo. Dicha zanja se extenderá a lo largo del recorrido que efectuará la puerta corredera, que posteriormente servirá para instalar los ejes de rodadura.

 

  • Una vez completado el primer paso, haremos una base de hormigón en la zanja que ya hemos abierto. En la base que coloquemos se instalarán los carriles de rodadura, por lo tanto, el tamaño y espesor debe ser acorde al modelo escogido.

 

  • Ya seco el hormigón es hora de instalar los carriles de rodadura para la puerta corredera de garaje. Simplemente, hay que anclarlos a la base.

 

  • Cerca de la base de hormigón donde ya hemos colocado las vías, se hace otra base nueva para colocar el motor de la puerta corredera (suponiendo que sea automatizada). El motor necesitará conexión eléctrica, así que hay que preparar la base para su salida correspondiente. La longitud recomendada para los cables es de 40 cm, y la toma eléctrica será la misma que utilizarán el resto de accesorios.

 

  • Se coloca el motor sobre la base para después conectarlo a la salida eléctrica.

 

  • Hecha la preparación, se coloca la puerta corredera de garaje sobre el carril y junto al motor. Para conseguirlo, hay que instalar sistemas de sujeción adicionales que suelen ubicarse en la parte superior de la puerta.

 

  • Si ya hemos asegurado la puerta, procederemos a desbloquear el motor para poder ajustar la distancia y altura entre los ejes dentados de la puerta y el mecanismo del motor.

 

  • Cuando los ajustes están completados correctamente, se comprueba el funcionamiento de la puerta corredera durante su apertura y cierre.

 

  • Si todo está bien, el motor se ancla definitivamente a la base de hormigón.

 

  • No debemos olvidarnos de la electrónica del motor, pues una vez verificado que todo funciona bien, hay que prestar atención a las instrucciones que el fabricante nos da sobre el motor.

 

  • Para terminar, se coloca la tapa o campana protectora encima del motor, de ese modo los mecanismos del motor y su electrónica no se verán afectados por la lluvia o el polvo.
0/5 (0 Reviews)

CONTACTO

Llámanos al

985 30 01 78

O por email:

    x