Las puertas automatizadas nos han hecho la vida más confortable, los mandos a distancia nos permiten abrir o cerrar este tipo de puertas de un modo fácil y sencillo, sin esfuerzo. Además, contribuyen a que resulte realmente cómoda la tarea de apertura o cerramiento de un establecimiento comercial. Sin embargo, donde más se emplean este tipo de puertas es en los cerramientos para garajes. En cuanto a los tipos de mando de garaje podemos distinguir dos tipos básicos en función de la programación de los mismos. Desde Alullan te presentamos las siguientes tipologías, así como las características básicas de cada una de ellas:
- Mandos a distancia de código fijo: Son aquellos que presentan un mismo código para los mandos y para el receptor. Generalmente, un mando de este tipo de una marca diferente a la marca del receptor no funcionará.
- Mandos a distancia de código variable: Este tipo de dispositivos generan un código diferente con cada pulsación del mismo. Dicho código puede venir programado de fábrica, pero también podrá programarse mediante una consola de programación en un ordenador, esta última técnica suele ser la más habitual. El código se compondrá mediante diversos parámetros como son: un número de instalación, otro relativo al instalador, el número que haya sigo asignado a ese mando en concreto y el número de pulsación que se realiza. Todos estos números generan un código único, el receptor lo decodifica y acredita a ese mando para abrir la puerta.
Aunque estos son los tipos de mando a distancia para portones de garaje más habituales, lo cierto es que existe una gran diversidad de mandos de garaje, lo que supone una dificultad añadida a la elección del mando adecuado para cada caso. Otra cuestión en la que es muy fácil equivocarse es confundir la frecuencia con el código del dispositivo. Las frecuencias más habituales para estos mandos son 433,92 Mkz y 868 Mhz. En cuanto al código, podemos compararlo con la llave que permite abrir una determinada puerta. Podemos decir que se trata de un número interno que el receptor debe reconocer para permitir la apertura y, por lo tanto, el acceso de los usuarios.